Una niña y su Ángel

Un ángel cayo de la nada al rescate de una pequeña, que se encontraba en un lugar oscuro y lleno de devastación a su alrededor. Ese ángel tomo su pequeña mano y la levanto le mostró el mundo, y la salvo de aquella soledad tremenda que estaba sumida. Pero este no era un ángel, su alas estaban dañadas, pero aun no dudo en ayudar a esa pequeña. Esa niña de forma de gratitud, lo cuido, curo sus alas y las vendo.

Así pasó el tiempo y la pequeña, era más fuerte, había crecido y el ángel aun seguía a su lado acompañándola y protegiéndola. La niña se preguntaba, cual era la razón por la cual el ángel no se marchaba, no le molestaba su presencia pero tenia esa duda.

Ángel, ¿por que te haz quedado conmigo todo este tiempo? Tus alas ya están curadas no existe razón para que sigas a mi lado, ¿o me equivoco? –De manera incrédula y inocente le preguntaba a aquella imagen celestial este agacho la cabeza y le respondió:

  Estoy a tu lado para cuidarte, hasta que llegue el día de partir, fui enviado para ayudarte a que te levantaras de aquella soledad en la que te encontrabas, estaré hasta  que seas lo suficientemente grande y fuerte para seguir sola tu camino. –pronunciaba tristemente aquellas palabras, acariciando el rostro de la niña, derramando algunas lagrimas- Al parecer pronto llegara ese momento en el cual tenga que partir, pero no estés triste mi pequeña, eso no quiere decir que te dejaré te cuidaré desde algún lugar del cielo, observando cada cosa que haces, si caes, recurriré a tu ayuda. Pero ya no me verás por que olvidaras que alguna vez estuve a tu lado. –caían y caían lagrimas de la pequeña, y el ángel. En ese instante, el ángel despliega sus alas, y pronuncia:

Nunca te olvidaré… Mi querida niña – Y este se eleva y desaparece en aquel despejado cielo azul, adonde observaría, y velaría por el bienestar de la niña, que sollozaba sin parar-

Ángel…si en mi memoria no estarás, en mi corazón quedaras.