Me encontraba en un lugar, repleto de personas todas ellas estaban usando mascaras con distintas expresiones faciales, algunas triste, alegres, o sin ninguna expresión.
Todas ellas estaban con vestiduras blancas esperando algo.
Había un gran escenario al frente de mí con un gran telón. Comenzó a abrirse aquel telón, las personas que se encontraban estaban tranquila, se acomodaron en el asiento y pusieron mucha atención a lo que iba a suceder. Apareció una gran orquesta, al igual que el público utilizaban distintas mascaras para ocultar sus rostro, en aquel lugar yo era la única que no poseía una. Aparte yo estaba vestida de negro con velo largo que cubría toda mi cara. La orquesta comenzó a tocar una hermosa melodía, que llegaba a sacar lágrimas de emoción, todos los que estaban presentes a mi alrededor, que quedaban mirando, por que a mi solo conseguía sacarme lágrimas, junto con una serie de fuertes punzadas en el pecho, era agobiante ese sentimiento, deseaba sacarme el corazón del pecho, tirarlo y pisotearlo para que dejara de doler.
Pero era algo incoherente, por que si me lo sacaba y lo pisoteaba dolería igual, pero ya ese dolor no estaría en mi interior.
Los sonidos que producían la orquesta eran cada vez más fuertes, los músicos tocaban abatidamente sus instrumentos. Miraba a mí alrededor y todos estaban conversando, nadie prestaba a la minima atención, todos estaban tan indiferentes a lo que sucedía en el escenario, mi corazón de a poco iba dejando de latir, se volvía débil, mi respiración se aceleraba, y a mí alrededor escuchaba carcajadas.
Sus máscaras se habían convertido en expresiones muy burlonas, que observaban mi dolor. Me levante de aquel lugar, intente correr pero los pasillos eran interminables la gente se burlaba, la música representaba cada vez más mi dolor, mi corazón se debilitaba más y más, mi respiración era cortante, no tenia un ritmo fijo.
Hubo un cambio de melodía, era más tranquila, pero aun así reflejaba un sentimiento de melancolía, mi corazón seguía igual, solo cambio un poco mi pensamiento.
Si, mi corazón estaba llorando de sufrimiento, me comenzó a caer lágrimas, pero no eran cualquier lágrima.
Ahí tropecé y caí, mire hacia delante y no había nada, lo único que escuchaba era el débil latir de mi corazón y esa agradable pero triste melodía. Me di cuenta que la función estaba por terminar al igual que mi triste vida, comencé a perder la conciencia, mi visión se nublaba y los recuerdos llenaban mi cabeza, al último sonido que producio aquel piano, mi vida termino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario