jueves, 17 de marzo de 2011

Sendero

De nuevo vuelvo a aquel camino que había estado hace poco tiempo atrás, esta intacto tiene la misma forma, vista, textura y color. El cielo en el cual camino ahora es distinto, muestra nuevos colores, un sol radiante pero que a veces se esconde entre las nubes oscuras que apagan el brillo de mis ojos, y el latido de mi corazón; la voz que escuche en algún momento no ha vuelto a parecer, se ha desvanecido en el transcurrir de las horas.
La estación del año ha cambiado, al igual que mi ser; aun insegura por lo que haré al futuro, me cubro con las hojas de árbol secas que han quedado tiradas por aquel violento viento que arrasó con todo a su paso, dejando un desierto arrido e inutilizable, los restos de las personas que habitaban aquel lugar se han secado y descompuesto produciendo un desagradable aroma que no se acaba nunca, que perdurara por siempre.
Yo me encontraba en un sendero de piedras caminando bajo un ardiente sol, perdiendo de a poco la conciencia y las fuerzas de continuar un camino sin fin, que solo produce desgaste mental y físico, pero a pesar de estar sedienta y deseosa por tener un pedazo de pan entre mis labios, tras cada caída me ponía de pie nuevamente tratando de soportar aquella tortura interminable.
[Editado, y publicado después de muchos meses como borrador]

No hay comentarios:

Publicar un comentario