Siempre después de la tormenta reina la calma, las aguas dejan de ser turbias mi alma se sana. Miramos hacia el horizonte y damos gracias por el nuevo día, creamos esperanzas y verdaderas sonrisas con las personas queridas, juntamos las miradas sinceras volando a un nuevo lugar.
El cielo se despeja lográndose visualizar un brillante sol, que ilumina nuevamente el nuevo camino a seguir.
Cada caída trae consigo una lección para la vida, hay que ser fuerte , enfrentar la situación y levantarse con la frente en alto para continuar el camino elegido.
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